viernes, 11 de diciembre de 2015

¿Qué es la Escucha Activa?



El primer paso que hay que dar en una crianza consciente para educar a nuestros hijos con respeto y de manera integra, así como también  para reconocer y desarrollar los distintos talentos o inteligencias de nuestros hijos es conseguir una comunicación efectiva con ellos. 
Les conoceremos y les descubriremos a través de la conversación y del diálogo.

A veces cuando los padres no conseguimos descubrir los deseos o las reales necesidades de nuestros hijos se debe a que no estamos prestando el tiempo suficiente a escuchar u observar que es lo que nuestro hijo efectivamente nos está pidiendo, por lo que intentamos compensar con interrogatorios que de ningún modo transmiten que hemos comprendido sus sentimientos, emociones o preocupaciones.

Cuántas veces no hemos escuchado la frase ¡es que mi hijo no me escucha! Y es que debemos tener claro que los niños aprenden por modelos de conducta y comportamiento, por tanto sería una buena idea preguntarnos si nosotros sabemos escucharles de forma efectiva.

La escucha activa es la única forma de conectar con el niño y de entrar en su mundo. 

- Nos permite comprender a los niños y acceder a esa personalidad que se está formando. 
- Nos ayuda a transmitir al niño, que le comprendemos y le respetamos. 
- Facilita que el niño se sienta con más confianza, al ser escuchado.


¿Qué es la escucha activa?

 La escucha activa es la forma de escuchar en la que el receptor (el que escucha) trata de entender lo que siente el transmisor (el que habla), o lo que significa el mensaje.
Posteriormente expresa con palabras lo que comprendió y lo transmite para que el transmisor lo verifique. El que escucha no manda un mensaje propio, como sería el caso de una evaluación, opinión, consejo, reproche, análisis, etc.; sino que transmite lo que piensa que significa el mensaje del otro.
La escucha activa es una habilidad que desarrolla la capacidad de empatía hacia los demás, esto significa que aprendemos a ponernos en el lugar del otro cuando habla, y no sólo oír lo que nos dice sino, y lo más importante, imaginar cómo se siente y los motivos o necesidades que le inducen a decir lo que dice. 
La empatía es mucho más que la simpatía (caer bien o ser agradable), es la capacidad de hacer que la otra persona sienta que reconocemos sus sentimientos y respetamos sus motivos.

Para entenderlo un poco mejor podemos ver este vídeo que lo explica muy bien.





Existen dos aspectos psicológicos en el ser humano:
– Nuestra parte RACIONAL: conjunto de ideas, pensamientos, creencias, conocimientos, etc.
– Nuestra parte EMOCIONAL: conjunto de sensaciones, sentimientos y emociones.

La Escucha Activa atiende primero a la parte emocional del que habla, posteriormente lo escuchado se racionaliza.
Pongamos un ejemplo:
Un niño comenta a sus padres: “Me han castigado hoy en el colegio”.
Una reacción frecuente en los padres suele ser: “¿Qué hiciste? ” o “Probablemente te lo merecías”. (Respuestas "racionales").
La reacción ante esta misma frase desde la Escucha Activa podría ser “Me imagino que te sentirías mal, ¿quieres contarme lo que pasó?” (Reacción emocional).
A partir de aquí se puede seguir escuchando lo que se va exponiendo y haciéndole frente.

No es tan difícil, intentemos hacerlo, practiquemos y nos asombrarán los resultados.

Karla Piccardo 

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