La motivación es la base de un desarrollo pleno, fomentarla y mantenerla en nuestros hijos es uno de nuestros deberes como padres.
Hoy quiero darles algunas ideas que he ido recopilando por internet y también basadas en nuestra propia experiencia con nuestros hijos:
1.- Los cuentos.
Son una fuente inagotable de recursos educativos. Podemos trabajar con ellos desde las emociones, hasta la adquisición de algún hábito, proporcionar información, etc. Por supuesto que en el tema que nosocupa, la motivación, son una fuente imprescindible. Deberemos elegir la temática según el área que queramos motivar, procurar que tengan un lenguaje acorde y comprensible a la edad de nuestro hijo, que la historia, los personajes y dibujos sean de su gusto... Esto es muy importante porque si el libro nos encanta a nosotros pero a ellos no les dice ni fu ni fa no conseguiremos nada.
2.- Estar nosotros motivados y ser motivadores.
Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.
Albert Einstein.
3.- Reconocer los logros y convertir los errores en un nuevo punto de partida.
No se trata de estar todo el día diciéndole todo lo que hace bien, ni lo maravillosísimo que es... se trata de saber reconocer el esfuerzo, reconocer que hay cosas que damos por hecho que debe hacer o son fáciles de hacer, pero para nosotros, que tenemos una edad, para un niño es diferente. No limitarse al muy bien, sino a mostrar nuestro orgullo por la capacidad que ha demostrado: esfuerzo, valor, trabajo, concentración....
Igual cuando se equivoquen o no sean capaces de hacer algo... ayudarles a dar una nueva perspectiva, un nuevo enfoque... no solucionarle el problema si no acompañarles y guiarles para que ellos sean quienes busquen alternativas... no sólo lograremos que nuestro peque sea capaz de hacer lo que antes no podía o hizo mal, si no que aprenderá un montón de cosas del proceso.
4.- Eliminar de nuestro vocabulario los "Porque si" o "porque yo lo digo".
Y es que no sólo resultan desmotivadores, si no que además un modelo de paternidad autoritario y dictatorial trae consigo niños poco creativos, desmotivados, dependientes, sin capacidad de razonar y reflexionar porque sus padres no son capaces de reflexionar o razonar con ellos el por qué de algo.
5.- Las tareas y los objetivos deben ser acordes a la edad, madurez y capacidad del niño.
Olvidémonos de que tal o cual actividad está destinada para esta edad o que el hijo de alguien más ya hace tal o cual cosa... cada niño, al igual que cada adulto, tiene su propio ritmo de aprendizaje, tiene sus capacidades, competencias, habilidades, etc... Sería estúpido exigir a todos los adultos de 30 años que supieran, por ejemplo, realizar un proceso matemático complejo ¿no?
6.- Buscar alternativas.
Es importante que cuando nuestros hijos pierdan el horizonte y se sientan agobiados nosotros podamos mostrarles alternativas, opciones para tal vez hacer lo mismo o tal vez cambiar y dar un giro hacia algo que se les de mejor.
7.- Salir de casa:
Tal vez puede parecer obvio pero no lo debe ser tanto, cuando hoy en día los niños se pasan la mayor parte del tiempo encerrados entre cuatro paredes consumiendo informacion desde pantallas. La práctica de algún deporte, los juegos al aire libre, ir al parque a dar un paseo y tomar un helado... una vida activa, en contacto con la naturaleza en dónde predomine el juego, no sólo hará que sean más imaginativos y creativos al disponer de nuevos escenarios de investigación y experimentación sino que además les ayudará a la liberación de endorfinas y todo ello contribuirá a una mayor motivación y bienestar es absolutamente necesario para su desarrollo el contacto con la naturaleza y su entorno.
8.- Disminuir o en lo posible eliminar el uso de pantallas:
Ya hay muchos estudios que nos advierten de los peligros y escasos beneficios que los dispositivos tipo tablet, moviles, ordenadores, tv le proporcionan a nuestros hijos, sobre todo a los más pequeños.
Un uso regular, excesivo o alto de las pantallas hace que nuestros hijos se conviertan en sujetos pasivos, receptores de imágenes e información que en muchos casos dada la velocidad a la que se les presente son incapaces de procesar o retener, hacen que cada vez estén menos motivados para otras actividades que impliquen una mayor actividad por su parte... si los adultos nos enganchamos con facilidad a todos estos dispositivos sería ridículo pensar que los niños no.
9.- Dejar que tomen decisiones:
Creo firmemente que si en una familia los hijos no pueden participar en la toma de decisiones, hay un problema. No me refiero a todas las decisiones, deben poder participar en decisiones acordes a su edad y a su papel dentro del núcleo familiar (obviamente hay muchas decisiones que sólo nos corresponden a los padres puesto que para eso somos los adultos y los máximos responsables) si no les dejamos desde pequeños entrenarse en la toma de decisiones no podemos esperar que sean adultos capaces de sopesar todas las opciones y tomar decisiones adecuadas.
Existen muchas decisiones diarias en que los pequeños de la casa pueden ejercer su autonomia o capacidad de decisión puede ser el tipo de ropa que se van a poner (siempre de acuerdo al tiempo que haga o a la circunstancias... no pueden salir de bañador un día frío o ir con buzo a un matrimonio),a veces se puede decidir conjuntamente comidas o cenas, dándoles a elegir entre varias alternativas que previamente habremos considerado, esto es muy, muy importante, siempre debemos darles a elegir entre opciones que hemos evaluado nosotros mismos con anterioridad... poco a poco se puede incrementar el tipo y nivel de decisiones que pueden tomar. Todo ello hará que sientan que se les tienen en cuenta, que son parte activa y sus opiniones son valiosas lo que hará que se sientan motivados a querer asumir responsabilidades y adoptar un papel activo en la familia (lo que se acabará extendiendo a otras áreas de su vida)
10.- Escucharles:
Cada vez parece que tenemos menos tiempo para nada, andamos a la carrera, ya no es la primera vez que nos sorprendemos a nosotros mismos diciéndo "ajá" "si?" "vale" "ok" a algo que nos están contando nuestros hijos pero no sabemos ni lo que nos están diciendo... ¿verdad? A veces estamos tan metidos en nuestras preocupaciones y obligaciones que el parar 5 minutos a escuchar una historia de nuestro hijo pequeño nos resulta imposible... ¡¡no podemos perder el tiempo en cosas de niños!!! ¿En serio? ¿no podemos? O es que nos hemos acostumbrado a pensar así... lo que para nosotros puede resultar una tontería o algo sin importancia para ellos es su mundo y deberiamos sentirnos felices de que quieran compartirlo con nosotros.. ¿como de motivados nos sentiríamos si nadie tuviera tiempo para escucharnos?
En definitiva, en una sociedad en la que sólo se toma como referencia y en cuenta al adulto debemos empezar a incluir a los niños como parte activa. Ellos son el futuro, pero para ello debemos dejarles participar y acompañarlos en el presente haciendo de cada obstáculo un momento oportuno para aprender, superar y motivar y ayudandoles así a ser grandes seres humanos.
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